¿Las luces direccionales tendrán alguna función en los autos? Creo que algunas personas ignoran la existencia de esa “palanquita” ubicada del lado izquierdo por atrás del volante. Y lo digo porque es impresionante la mala actitud que los conductores tienen cuando el auto que está al frente les indica que quieren cambiarse de carril. Asimismo la falta de cortesía que se tiene para avisar que van a dar vuelta hacia la derecha o a la izquierda.
Tal parece que al “enseñarnos” a manejar nos dicen: “Cuando te pongan una luz, ignórala y síguete para impedirle el paso a ese auto”. Este es un ejemplo de causa de accidente de tránsito.
Como mencioné en la columna de la semana pasada, necesitamos EDUCARNOS para obtener una Cultura vial que nos permita convivir en armonía con nuestro entorno: otros vehículos, peatones e infraestructura.
Me voy a permitir hablar de otros factores que contribuyen al alarmante aumento en las estadísticas en cuanto a accidentes viales se refiere.
El exceso de velocidad, consumo de alcohol o estupefacientes, falta de uso del cinturón de seguridad, no respetar los señalamientos, uso del celular, somnolencia del conductor, desconocimiento de los reglamentos de tránsito, fallas y deficiencias en vías públicas y la falta de mantenimiento del vehículo.
¿Les suena familiar este contenido? Estoy segura que todos sabemos en teoría de lo que debemos evitar pero la realidad es otra. A pesar de que en esta bella ciudad el número de vehículos se ha incrementado y que, aparentemente no se puede correr, algunos se dan sus mañas para demostrar al Fittipaldi que traen dentro y aceleran como si fueran a cobrar herencia, excediéndose en los límites de velocidad sin importarles si otro auto va a dar vuelta o si algún peatón desea cruzar y ahí es donde se presenta el incidente… frenan intempestivamente causándose un daño o causándoselo a terceros.
“Una copita nada más… qué tanto es tantito”, esa frase que se deriva en una acción, desencadena en otro accidente.
El uso del cinturón puede ser la diferencia entre la va y la muerte así como el uso debido de los asientos para los bebés y niños. He sido testigo de cantidad de padres de familia que traen a sus hijos sentados en las rodillas del copiloto o que están sentaditos en a parte trasera del auto pero sin ningún amarre. Ahí andan como chícharo en caja al dar una vuelta hacia un lado u otro.
Es importante crear consciencia del peligro que corren los infantes al no ir sujetados con seguridad ante un accidente pues, éstos saldrán despedidos con la misma velocidad en que venía el auto al impactarse. ¿Se imaginan en qué condiciones quedaría el cuerpecito de un bebé al atravesar el parabrisas a una velocidad de 100km/hr? No hay necesidad de sufrir una pérdida tan grande por no usar debidamente este aditamento.
Qué me dicen cuando tenemos frente a nosotros el disco de “no girar a la derecha”… total, nadie se va a dar cuenta. Creo que la persona a quien atropellemos al no obedecer el señalamiento, sí se va a percatar de que lo ignoramos.
Es muy fácil culpar a las autoridades por no tener en buen estado las vías públicas diciendo que la calle está llena de baches… Tienen razón. Lamentablemente, la ciudad de México como muchas otras en el mundo sufre de deficiencias que nosotros como ciudadanos, no podemos resolver. Pero, lo que sí podemos hacer, es extremar precauciones cuando vemos que la calle está estriada o con tremendos hoyos.
A las mujeres se les achaca el que sólo le revisamos que el auto tenga gasolina y ya pero, este tema no discrimina sexos. En la actualidad, es deber de todo conductor saber los tiempos en que el auto recibirá su servicios; cambio de aceite, cambio de filtros, bujías, etc. Así como cuando nosotros acudimos al médico, por lo menos una vez al año, nuestro auto debe acudir al mecánico para que lo revisen y así evitar una falla mayor.
Y por último pero no menos importante, qué sabemos acerca de los reglamentos de tránsito… ni sabemos –en ocasiones- dónde consultarlos. Los invito a que naveguen por internet y les den una revisada exhaustiva para conocer nuestros derechos pero también, nuestras obligaciones.
No nos resguardemos en frases hechas como…qué es una copita o nadie se va a dar cuenta. Mejor, les propongo que día a día vayamos cambiando de actitud con nuestros semejantes; cambiando esas frases por…hoy te cedo el paso o, uno a uno o; si no paso, no me paso.
Cuídense y manejen con precaución.